Wednesday, February 07, 2007

I

- Que linda guagua, la puedo tomar.
- Es que eres muy pequeña niña.
- Yo tengo un niño un poco más grande que el suyo y también es muy lindo...
La señora tomo el carro de las compras un poco anonadada con la situación e intento escapar a la niña, mientras esta la miraba de lo lejos con los ojos llorosos y extrañando a su pequeño Javier.

La tía de la niña la mira con un poco de rabia y a la vez pena por el episodio ocurrido en el supermercado. Pero sabe que no puede culpa a la niña por comportarse extrañamente.
Al llegar a la casa la niña corre al patio trasero y se sube a la muralla, entonces comienza a gritar palabrotas al aire como loca. Al bajarse la tía y la prima la miran extrañadas, pues no comprenden el motivo de las palabrotas.
Luego se tira el suelo y patalea, grita que le devuelvan a su hijo, que se lo robaron, pero la tía la toma bruscamente del brazo y la lleva hasta el baño. La tira dentro de la tina y da el agua mojando a la niña con ropa y todo, mientras esta llora y grita. Luego de un rato la niña deja de gritar y su tía Mariela la saca del baño envuelta en una toalla. Luego la encierra en la habitación que habían dispuesto para ella y se va a su pieza a llorar.

Mariela se encerraba a su habitación a llorar todos los días luego de "aquello" que había ocurrido. Ya había pasado una semana desde que todo había terminado pero aun se negaba a si misma que "aquello" fuese cierto. Era todo tan complicado y sentía que con cada reacción extraña de la pequeña Andrea sus fuerzas y deseos por ayudarla se iban esfumando.
La pobre tenía solo 10 años, pero la vida que le toco no era nada fácil y cada uno de los trastornos y actitudes extrañas y agresivas que tenía eran por culpa de todo lo que le toco afrontar a sus cortos añitos. Esa forma tan de adulto para hablar, las gesticulaciones tan marcadas y esa personalidad tan desinhibida la hacían ver como una “vieja chica”.
Mariela sale de su habitación en dirección a la de Andrea. Abre la puerta, pero dentro no estaba la pequeña, recorrió la casa desesperada buscando a la niña, pero no la encontró. Volvió a la habitación y al mirar sobre la cama vio un papel que le llamo la atención. Lo tomo con algo de miedo, pues temía lo peor, lo desdoblo y con esa desbaratada letra de niña decía “tía Mariela gracias pero mi hijo me necesita, y mi mamá esta triste dentro de la caja, Andrea”.
Mariela corrió por toda la casa nuevamente esperando encontrar a Andrea dentro de ella, esperando a que ese papel y su contenido fuese solo una broma. Pero al no encontrarla dentro salio desesperada a la calle, pero no se veía la niña. Entro rápidamente y tomo el teléfono.
- Agustina??
- Si, hola, ¿como estas?... ¿pasa algo?
- Andrea escapo- por unos minutos ninguna dijo nada, solo se oía llorar a Mariela.
- Pero ¿Cómo?, ¿que paso?, deja de llorar y habla mujer!!
- Es que la castigue por su conducta… sé que debí tener mas paciencia, pero hoy me saco de quicio…
- Calma, ahora hay que pensar que debemos hacer…
- …
- ¿sabes donde podría estar?
- Eh… no lo sé. Es muy relativo, podría estar en cualquier parte.
- Pero piensa mujer, ¿habrá vuelto a su casa?, estará en casa de mamá, en un parque, ayúdame!
- Espera. Dejo un papel diciendo que su hermanito la necesitaba, osea puso que su hijo la necesitaba, tu sabes, sigue con eso de que Javier es su hijo, quizás va a casa de la Mane a buscar a la guagua, pero también escribió que tenia que ir a buscar a su mama…
- Deja de llorar mujer, ya hemos llorado lo suficiente por esa insensible.
- Es que no es eso, me da pena porque la pobre puso en el papel que su mama estaba triste en … , ¿te das cuenta?, la niña aun cree …
- Si sé. Es muy triste todo eso, pero por lo mismo hay que encontrar lo antes posible a esa niña y luego vemos alguna solución, buscamos algún tratamiento para su trastorno… que se yo, ahora hay que actuar rápido.
- Llamare a la Mane…
- No, ve de inmediato a su casa, nos vemos allá, chao.
- Chao.
Mariela tomo su cartera, llamo a su hija y fueron a casa de Maria Inés.
El cielo comenzó a nublarse y la lluvia era cada vez mas molesta. Entere la lluvia y las lagrimas cada vez veía peor el camino. Las ideas eran vagas, trataba de pensar en donde podría encontrarse Andrea en ese momento. Según la carta que había dejado lo mas lógico era que estuviese en casa de su abuela buscando a su madre, o buscando a su hermano en casa de su tía. Pero aun así podría estar en cualquier parte.
Al llegar a casa de Mane vio el automóvil de Agustina estacionado, bajo rápidamente y golpeo la puerta, la cual fue abierta por Mane quien estaba muy molesta. Comenzaron a discutir las tres hermanas, hasta que Agustina puso orden con un fuerte grito.
- Si Andrea llega y ve los autos estacionados fuera lo mas probable es que se vaya asustada, claramente esta huyendo-dijo Agustina
- Tienes toda la razón, será mejor que vayan a estacionarse mas lejos de la casa.
- Pues vayamos de inmediato- contesto Agustina.
- Y tu Mariela para de llorar y actúa, mira que todo esto es culpa tuya- le dijo Mane con aun mas rabia.
- No es hora de culpar a nadie, menos a Mariela… vayamos mejor.
Salieron entonces Mariela y Agustina a estacionar los automóviles al pasaje de al lado.
Al volver Mariela estaba más calmada, aunque seguía muy preocupada. Esperaron impacientemente, hasta que por fin tocaron a la puerta.
[continua]

2 Comments:

Blogger Mi vida frente a la pantalla said...

OMG!!!
ta cool aunque dice que continua asi que cuando termine opino xD
saluos que ti good

8:23 AM  
Blogger frodita said...

bueno, estoy esperando lo que viene =O

8:07 PM  

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